Botarga es un tipo de disfraz que tiene su origen en las vestimentas bufonescas o ridiculizantes y de colores llamativos usadas en las representaciones medievales y en las mojigangas.1 A partir del siglo XX ha sido utilizada por la publicidad en la recreación de personajes o símbolos (mascotas, héroes, marcas).
Etimología y origen
Con una larga tradición en la Commedia dell’Arte,3 el término “botarga” procede del italiano bottarga, relacionado con el calzón ancho y negro usado en la antigüedad,4 y referido también a una especie de caviar. La voz procede a su vez del griego ἁβροτάριχον (“habrotárichon”), de ἁβρός (“habrós”, delicado) y τάριχον (“tárichon”, salazón de pescado o carne).
Fue apodo del actor y escritor de posible origen veneciano Abagaro Francesco Baldi, autor de un «zibaldone» conservado en la Biblioteca de Palacio de Madrid, con guiones y situaciones escénicas protagonizadas por el personaje “Bottarga”, en el marco de actividades de la Comedia del Arte.5
Tipos y usos[editar]
A partir de los diversos ejemplos de la botarga como disfraz en la historia del teatro, entre los que el más usado fue un armazón hecho con ballenas o con alambre y revestido de tela, que se ponía el actor debajo del traje, consiguiendo así deformar su apariencia y creando figuras ridículas, bufas o monstruosas, los avances en materiales y tejidos han permitido una gran diversidad de trajes que, permiten ver, respirar, y moverse al actor o empleado que los viste. Se fabrican en lycra, fibra de vidrio, nylon y otros plásticos, además de telas afelpadas para simular un peluche gigante.
Fuente: Wikipedia.org